Campaña Internacional se Lanza en Apoyo a las y los Trabajadores de Melón y Piña en Centroamérica

El lunes 16 de enero, la empresa transnacional frutera Fyffes vendió sus acciones a una empresa japonesa llamada Sumitomo. El acuerdo de  751 millones recompenso al Director Ejecutivo David McCann con  87.5 millones y los ejecutivos restantes de Fyffes con  3 millones en bonos.

Mientras tanto, los trabajadores/as que laboran en la base de la cadena de suministro de Fyffes viven en la precariedad total con cada nueva temporada, ya que temen ser despedidos por hablar en contra de violaciones laborales en las fincas. La filial de piña en Costa Rica (Anexco) y la filial de melón en Honduras (Suragroh) se encuentran en violación, entre otros el no pago de salario mínimo, horas extras o fines de semana; extensas jornadas de trabajo; exposición a agroquímicos peligrosos; falta de cotización al seguro social e irrespeto al derecho a la libre sindicación y a la negociación colectiva.

Durante mi viaje reciente a Centroamérica, Ricardo Centeno Soza, un trabajador de la piñera de Anexco en Costa Rica, me dijo que la gerencia local humilla públicamente y castiga a los trabajadores/as sindicalizados para enviar un mensaje claro a los trabajadores/as no sindicalizados: "Buscan formas de discriminar contra los que están en el sindicato para que otros puedan ver que nos tratan a las pateadas".

En una melonera de Fyffes en Honduras, María Gómez, de 65 años, reflexionó sobre cómo la compañía engaña a los trabajadores/as al no pagar los beneficios legalmente requeridos: “Ellos nunca contribuyeron a la seguridad social y ahora no podré retirarme ni descansar después de pasar tantos años (casi 30) en las plantaciones. Tengo que seguir buscando trabajo para sobrevivir.”

Ella es uno de los 35 trabajadores/as afiliados al sindicato que no fueron incluidos en la reincorporación para la nueva temporada que empezó en noviembre, pese a que se está contratando a personal nuevo y sin experiencia.

Durante el último año y medio, la federación sindical hondureña FESTAGRO ha hecho varios intentos de abrir una mesa de diálogo entre los trabajadores/as y la gerencia local. Sin embargo, las filiales de Fyffes en Centroamérica sistemáticamente niegan a reconocer los sindicatos (STAS en Honduras y SINTRAPEM en Costa Rica) y han bloqueado deliberadamente a los procesos de negociación colectiva.

A nivel corporativo, el presidente de Fyffes, David McCann, dijo que "no abordaría el tema" cuando se le preguntó qué planeaba hacer para mejorar las condiciones de trabajo de sus empleados/as en Honduras y Costa Rica. La indiferencia por los derechos laborales desde el nivel ejecutivo hasta la gerencia local refleja la esencia antisindical de la empresa.

Las prácticas de la cadena de suministro de Fyffes están en desacuerdo con su afiliación en la Iniciativa de Comercio Ético (ETI), una alianza tripartita de empresas, ONGs y sindicatos que se comprometen a respetar el derecho de negociar colectivamente, pagar salarios dignos y prohibir el trato inhumano o cruel. Fyffes ha sido convocada por la Unión Internacional de Trabajadores/as de los Alimentos (UITA) y la ONG Británica Banana Link en una queja oficial ante la ETI en abril de 2016 por no respetar los derechos de los trabajadores/as en Honduras y Costa Rica.

La filial de Fyffes en Costa Rica, también bajo el nombre Ananas Export Company SA, tiene una política de "Buenas Prácticas" en su sede que se compromete a garantizar "condiciones de trabajo seguras y sanitarias". Sin embargo, un trabajador de piña que pidió permanecer anónimo explicó que “El químico se mete en nuestra cara, boca y ojos. Es tan amargo y el olor es tan fuerte ... A veces rocían por la noche y estamos trabajando en los campos a las 10 de la mañana el día siguiente."

Bajo el Código de Trato Ético de la ETI, Fyffes está obligado a garantizar el respeto a los trabajadores, sindicatos y derechos humanos. Pero USLEAP fue testigo de la realidad contraria en una visita reciente a la plantación de melón Suragroh en Honduras. Cuando María Gómez trató de entregar una carta a la gerencia explicando sus agravios, los guardias tiraron la carta por la ventana de la puerta. Después de varios intentos de entregar la carta, un carro de la compañía pasó a toda velocidad por delante de la delegación y tiró la carta de la ventana del carro hacia la calle.

Fyffes se beneficia de su afiliación a la ETI, ya que los consumidores alrededor del mundo compran productos originados en condiciones éticas. Pero los abusos sufridos por los trabajadores/as a la base de la cadena de suministro contradicen la imagen de la responsabilidad social empresarial que la empresa desea proyectar.

Para que Fyffes asume responsabilidad, USLEAP se ha unido a una campaña internacional “Libertad Sindical y Justicia para las y los Trabajadores de Fyffes” que tiene el objetivo de sensibilizar a nivel mundial sobre la grave situación que sufren cientos de trabajadoras/es en las meloneras y piñeras de Fyffes.

La campaña solicita a Fyffes que se asegure de que la gerencia local de las plantaciones:

  • Acaben con la discriminación de los sindicalistas de Anexco (Costa Rica) y Suragroh (Honduras)

  • Reconozca a los sindicatos tanto de Anexco (Costa Rica) como de Suragroh (Honduras) y se involucra en la negociación colectiva con estos sindicatos para brindar oportunidades a los trabajadores/as de ser representados en las negociaciones sobre salarios y condiciones de trabajo en las plantaciones.

Aunque Fyffes es una compañía Irlandesa, comprada recientemente por Sumitomo de Japón, la mayoría de los melones cultivados viene de la mano de obra de las trabajadoras en Honduras y terminan en nuestros supermercados en los Estados Unidos. Usted tal ves a comprado los melones, piñas, o banano con el logotipo de SOL. 

Como consumidores, tenemos el derecho de saber que la fruta que compramos no se cosecha en violación de los derechos humanos básicos. Como el comprador y distribuidor estadounidense de Fyffes, Sol Group Marketing está en una posición única para influir a Fyffes.

Cuando a Cruz Urvina López se le preguntó cómo el consumidor estadounidense podría apoyar su lucha, respondió diciendo:“La piña que el consumidor come, ellos deben saber que están consumiendo el sacrificio que hacemos con nuestras vidas.”

Tomas Membreño, presidente de FESTAGRO, habló sobre la importancia de afiliarse al sindicato:“No hay otra manera para que nuestros derechos sean respetados. Tratamos de hablar, negociar y razonar con la gerencia de otras maneras, pero siguen violando nuestros derechos.”

Ramón Barrantes, presidente de la Coordinación de Sindicatos Bananeros y Agroindustriales de América Latina en Costa Rica (COLSIBA-CR), afirmó que "no queremos desestabilizar la empresa, solo queremos tener derechos laborales básicos".

USLEAP lanzará una campaña esta primavera pidiendo a los supermercados, activistas y otras organizaciones aliadas que exijan que Sol Group Marketing, con sede en Florida, brinde un salario digno y la libertad de asociación a sus trabajadores.

Estamos en solidaridad con nuestros compañeros y compañeras en Centroamérica que ponen sus vidas en la línea para hablar en contra de las violaciones de los trabajadores/as en las plantaciones de Fyffes. USLEAP busca una economía global donde los trabajadores/as sean tratados de manera justa, reciban un salario digno y sean respetados por las corporaciones y los gobiernos.

En un mensaje final a David McCann, Lester Vega Saenz dijo, “Mi mensaje para él sería que le debería darle oportunidades a sus trabajadores/as. Una oportunidad para un salario digno que justifique la labor que se desempeña...para que la gente pueda trabajar contenta y quizás más eficientemente porque supiéramos que estamos siendo remunerados.”

Para que Fyffes nos escuche, necesitamos asegurarnos que los supermercados en los Estados Unidos envíen un mensaje fuerte. Y para que esto suceda, necesitamos tu ayuda. Como primer paso, necesitamos rastrear a que supermercados van los melones, piñas, y banano. Para ayudarnos lograr esto, busca el logotipo de Sol la próxima vez que visite su supermercado local.