Los niños trabajan en las bananeras, pese a un plan

El Tiempo
01/25/2006

By Redacción Guayaquil

Las denuncias de organizaciones internacionales sobre niños que trabajan en las bananeras, en el 2002, llevó a que 350 productores asumieran el compromiso de no contratar a más menores en las plantaciones y de garantizar el acceso de sus pequeños trabajadores a la educación.

Ese compromiso se amplió a 1 500 productores, en la actualidad. Pese a ello, según el Foro Social del Banano, los avances logrados son limitados. Productores y exportadores analizaron este tema ayer en el II Seminario Internacional de los Nuevos Retos del Mercado Bananero.

Unicef, la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador y el Foro Social del Banano destacaron que aunque existe algún progreso, pues 30 000 menores trabajadores se han incorporado al sistema educativo, el trabajo infantil sigue en el campo.

Como ejemplo, tres menores de edad cumplían tareas agrícolas el miércoles pasado en la bananera Villanueva. Trabajaban en la desfloración del banano y en la ‘garrucha’ (el manejo de la polea que transporta 20 racimos de banano, cada uno con un peso de al menos 50 libras). Estas actividades están prohibidas en el Código del Trabajo por el peligro que suponen para la integridad física de los menores. Villanueva está a una hora de Guayaquil en la vía Naranjal- Puerto Inca.

D. E., de 15 años, jalaba con un cabo la polea que recorre la plantación hasta la empacadora.

Cuenta que le toma 15 minutos cumplir todo el recorrido. A las 11:30 parecía cansado. Se notaba el esfuerzo que hacía para tirar del riel. Estaba empapado por la llovizna que cayó esa mañana y por el agua del sistema de riego.

No tenía accesorios que lo protegieran de la lluvia, apenas un par de botas. Era uno de los tres menores que, según lo constató este Diario, trabajan en esa hacienda.

L. M. y V. Ch., ambos de 13 años, según dijeron, laboraban en la desfloración. Con un par de guantes de látex, quitaban las flores del banano y retiraban los plásticos que cubren los racimos, y que han sido rociados con pesticidas.

A simple vista parecían incluso de menos edad que la que tenían. Eran menudos y de baja estatura, apenas diez centímetros más altos que los racimos con los que trabajan. Temerosos, por la mirada atenta de uno de los trabajadores, contaban que tenían algunas semanas trabajando allí.

Carlos La Torre, coordinador de los programas sociales de Unicef, dijo ayer durante el Seminario que, de acuerdo al Código de Trabajo, los mayores de 15 años podrán ser empleados, siempre que las actividades que realicen no afecten a su desarrollo.

Trabajos que demandan esfuerzo físico como la garrucha no están permitidos. Los menores de 15 no pueden ser contratados. El artículo 36 del Código prohíbe que los menores de 18 y mayores de 15 años trabajen más de seis horas diarias y de 35 semanales.

María Antonieta Reyes, del Foro Social del Banano, indicó que trabajos que impliquen el contacto con productos que tengan pesticidas tampoco son permitidos. El administrador de Villanueva, Homero Murillo, sostuvo que los menores fueron contratados en áreas que no demandan esfuerzo físico ni suponen riesgo para su salud.

Luego de asumir el compromiso en el 2003 los productores, el Gobierno, la Corpei, la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador, la Organización Internacional del Trabajo y otras entidades formaron el Foro Social Bananero. El Ministerio del Trabajo contrató a 26 inspectores de trabajo infantil. Cuando un menor es localizado, el objetivo es que deje esa actividad, cuando es menor de 15. Y si es mayor de esa edad, que siga estudiando.

El Foro Social del Banano trabaja, además, en una campaña nacional denominada Erradicación del trabajo infantil, una función de todos. Pero Reyes reconoce que el programa camina lento. Y recordó que en Colombia, la erradicación del trabajo infantil en las plantaciones tardó 15 años.

Pompilio Espinosa, presidente de la Cámara de Bananeros de Cañar, dijo que el trabajo infantil ha disminuido, pero admite que aún hay niños en las bananeras. “Pero que trabajan luego de salir de la escuela. En vez de que los niños estén vagos prefieren ir a las bananeras a aprender”.