14 formas de trabajo infantil se consideran de alto riesgo

El Comercio (Ecuador)
05/27/2006

Gabriela Quiroz. Redactora

El Ecuador concentra su atención en la definición de cuáles son las formas específicas de trabajo peligroso, nocivo o riesgoso para los adolescentes. Varias acciones apuntan hacia ese objetivo.

La iniciativa arrancó con 14 talleres regionales y culminó el 10 de mayo con la consulta nacional, entre empresarios, trabajadores, jóvenes, organismos estatales...

La tarea no fue sencilla, en palabras de Santiago Cruz, técnico del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia, al final hubo 15 pronunciamientos distintos y no se llegó a un acuerdo. “Aún faltan criterios técnicos para justificar qué trabajos serán prohibidos”.

No obstante, se logró un informe preliminar en el cual de las 49 actividades, que según la norma internacional conllevan riesgo físico, mecánico, químico, biológico, ergonómico y psicosocial, 14 pudieran ser potencialmente prohibidas. La razón: registran riesgos altos hasta intolerables para la seguridad y la salud del adolescente, entre estos trabajos se destaca el servicio doméstico.

Para Bladimir Chicaiza, oficial nacional de Programación de la Organización Internacional del Trabajo, este es un problema grave porque no está normado y no hay control del Ministerio de Trabajo.

“Las niñas están dentro de un hogar al que no se tiene acceso”.

Esta invisibilidad provoca, según dice, que se expongan a maltrato psicológico, no tengan posibilidad de recreación, educación y trabajen extenuantes jornadas.

De acuerdo con investigaciones internacionales, que Chicaiza maneja, muchas terminan vinculadas a la explotación sexual comercial o sufren abuso sexual. Es de los trabajos peores pagados y pierden su vínculo familiar.

Este funcionario insiste en prohibir actividades que afecten el acceso a educación y a su salud.

En el país no hay estadísticas actuales de cuántos adolescentes entre 15 y 17 años están vinculados al trabajo. Según un estudio del INEC realizado en el 2001 suman 320 630 (ver cuadro).

Chicaiza reconoce que la tarea es complicada, sin antes establecer las condiciones de trabajo. “Al parecer existen actividades inocuas, pero si eso significa lavar ropa ocho horas seguidas y no estudiar o reducir el trabajo a dos horas diarias en la noche, hay que regular”, insiste el funcionario.

Andrés Dueñas, de Plan Internacional, además, advierte que se debe prohibir labores en las que no hay forma de tomar precaución por ser intolerables, es decir, cuando se exponen a químicos, gases tóxicos, virus y bacterias.

En este sentido se prohibió de forma preliminar, la concentración y destilación de sabias y el cultivo de tabaco. En discusión también están 16 cultivos de productos agrícolas. De estos, el arroz por la constante humedad a la que se exponen los adolescentes, y la caña de azúcar, debido a la herramienta que se utiliza. Éstas están en fase de justificación para determinar si se prohíben.

Guillermo Tuma, presidente de la Federación Nacional de Campesinos Libres, insiste en que el Estado ecuatoriano debe obligar a las empresas a reducir el uso de productos tóxicos.

Incluso que los trabajadores salgan de todas las plantaciones donde se fumiga, hasta que pase la reacción del veneno.

“En nuestro país eminentemente pobre, donde los salarios promedio son de 140 y 170 dólares, los menores trabajan para cubrir la canasta básica”.

Elva Games, del Foro Social Florícola, aportó dentro de esta consulta nacional con un estudio realizado sobre las actividades permitidas y prohibidas en los cultivos en invernadero.

Para ello se analizó los riesgos de cada fase del proceso productivo y se llegó a la conclusión de que no pueden tener contacto con agroquímico, ser armador de invernadero, transportador de flores, ni colocador de plásticos.

Lo permitido: armador de cajas, elaborador de ramos, empacador, cortador de poscosecha... Esta experiencia, a su vez, puede replicarse en el resto de cultivos.

Para Lenin Herrera, coordinador del Consejo Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil (Conepti), existe una escasez de técnicos que digan en qué condiciones es permitido trabajar.

Adicionalmente el gran desafío es cómo, en la práctica, balancear entre la necesidad de los chicos de trabajar y la prohibición de estas peores formas de trabajo.

A decir de Dueñas, hacen faltan alternativas, pues las existentes aún siguen siendo insuficientes.

Otras realidades

De acuerdo con el informe preliminar, también pudieran prohibirse la silvicultura (cultivo de bosques), por la herramienta usada y la cría de animales.

Otro de los trabajos en discusión es el de ladrilleras, procesadoras de atún, camarón, cárnicos...

Hasta el momento hay consenso en la prohibición de la guardianía de carros, por la violencia a la que pueden exponerse y el trabajo en transporte intercantonal.

Según el INEC, cuatro cada 10 menores trabajadores urbanos y seis de cada 10 rurales quedan fuera del sistema educativo.

El 63 por ciento de los niños labora en jornadas de más de 40 horas semanales y 40 por ciento no reciben retribución alguna.

Para la OIT no hay argumento que valga para que los niños no estudien. La alternativa es mejorar las condiciones de trabajo de los adultos. Porque mientras

780 000 niños laboran, un millón de adultos no pueden trabajar. En tanto esto suceda las leyes obligan a que trabajen seis horas diarias, estén asegurados y no se atente contra su bienestar integral y garantizar su educación.